La carnita asada y la gastronomía de Nuevo León ya son Patrimonio Cultural Inmaterial
La carne asada, la machaca, el cabrito y otras delicias culinarias que son preparadas por nuestros primos del norte han sido reconocidas oficialmente como Patrimonio Cultural Inmaterial. Al menos en el estado de Nuevo León.
Este importante acontecimiento tuvo lugar durante el festival “Calor, Aroma y Sabor”, que se llevó a cabo el pasado fin de semana. El objetivo principal de este reconocimiento es rescatar los platillos típicos y tradicionales, generando una experiencia gastronómica que promueva al destino y contribuya a la consolidación de la cultura neoleonesa, fomentando al mismo tiempo el desarrollo de iniciativas emprendedoras en el ámbito culinario.
El gobernador del estado, Samuel García Sepúlveda, expresó su orgullo por este logro y destacó la importancia de proteger y preservar la gastronomía como parte integral de la identidad cultural de Nuevo León. “La gastronomía de Nuevo León es sinónimo de calor, aroma y sabor”, concluyó el gobernador.
PROTEGER, CONSERVAR Y DIFUNDIR EL SABOR DE NUEVO LEÓN
Este nombramiento tiene el objetivo de proteger, conservar y difundir la gastronomía del estado. Según el Periódico Oficial del estado, la gastronomía de una región refleja las costumbres, tradiciones y estilo de vida de sus habitantes. Además, desempeña un papel crucial en el desarrollo de la región, destacando la creatividad de los cocineros locales y su capacidad para adaptarse y evolucionar a lo largo del tiempo, utilizando ingredientes propios de la zona.
“La gastronomía de Nuevo León tiene su origen e historia en una conjugación de la influencia de la cultura española, judío-sefardita y la indígena por lo que es conocida por sus platillos insignia como el cabrito, el asado de puerco, los dulces de leche, el machacado, los cuajitos, el pollo estilo Río Ramos, las glorias de Linares, la carne seca, la panadería de Bustamante por mencionar algunos”, se detalla en el Periódico Oficial.
Este reconocimiento otorgado a la carnita asada y otras delicias culinarias es un paso significativo para valorar y destacar la riqueza gastronómica de Nuevo León, así como para promover el turismo y el emprendimiento en el ámbito culinario. Ahora, los sabores característicos de la región tendrán un lugar especial en el patrimonio cultural inmaterial, asegurando su preservación y promoviendo el orgullo y la identidad de la comunidad neoleonesa. ¡Es un motivo de celebración para todos los amantes de la buena comida!
Desde los sabores intensos de la carne asada hasta los dulces deliciosos como las glorias, la cocina neoleonesa ofrece una experiencia culinaria única. A continuación, te presentamos una selección de algunos de los platillos más emblemáticos de la región:
CABRITO:
Este platillo es quizás el más famoso de la gastronomía de Nuevo León. El cabrito se prepara de distintas formas, siendo el estilo al pastor el más popular. Se trata de una cría de cabra sacrificada a los 30 o 40 días de vida, que se cocina al carbón o a la leña.
MACHACA CON HUEVO:
Para comenzar el día con energía, nada mejor que una machaca con huevo. Esta receta tradicional combina carne deshebrada, huevos revueltos, jitomate, cebolla y chile, creando un desayuno sabroso y reconfortante.
EMPALMES:
Los empalmes son un clásico en los desayunos regiomontanos. Consisten en dos tortillas doradas en manteca de cerdo, rellenas de frijoles, queso, chicharrón o carne deshebrada. Son una opción deliciosa y satisfactoria para comenzar el día.
CUAJITOS:
Cuando se trata de curar la resaca, en Nuevo León se acostumbra disfrutar de un caldo de cuajitos. Este caldo está hecho con trozos de carne de cerdo, cebolla, ajo, tomate, chile rojo, pimiento morrón, comino, orégano, pimienta y sal. Es reconfortante y sabroso.
CARNE ASADA:
Más que un simple platillo, la carne asada es una tradición que reúne a familias y amigos. Se utilizan diversos cortes de carne, como rib eye, aguja, picaña, New York, arrachera, cowboy, porter house, entre otros, para crear una experiencia culinaria inolvidable.
GLORIAS:
Estos dulces son el ícono representativo del estado de Nuevo León. Consisten en leche quemada rellena con nueces y envueltas en papel celofán rojo. Su sabor exquisito y su nombre evocan la sensación de deleite al paladar que ofrecen.
Estos platillos son solo una muestra de la riqueza y diversidad culinaria que se encuentra en Nuevo León. Cada uno de ellos representa una parte importante de la cultura y las tradiciones de la región, y son un verdadero regalo para los sentidos.
Fuente: Animal Gourmet