Manhattan, un cóctel que se ha vuelto un delicioso clásico
En el mundo de la mixología, existe un clásico que ha perdurado a través de décadas y sigue deleitando los paladares más exigentes: el cóctel Manhattan. Con su elegancia intemporal y su irresistible combinación de sabores, este icónico trago ha mantenido su estatus como una elección sofisticada y atemporal en el mundo de las bebidas.
El Manhattan es una bebida con base de whiskey, vermut rojo y angostura. Este cóctel con nombre de barrio de Nueva York es todo un icono. Un clásico entre los clásicos.
El Manhattan marcó un hito al ser el primer cóctel exitoso que combinó destilado y vermut. Fue mencionado por vez primera en la prensa en 1882, con su primera receta publicada en 1884. Este cóctel abrió un nuevo capítulo en la historia de estas mezclas, un capítulo de gran prestigio. Antes de él, la palabra “cóctel” se usaba solo para recetas similares al Old Fashioned, donde los destilados se mezclaban con bitters, azúcar y, a veces, licores. Sin embargo, el Manhattan cambió esto al dar igual importancia a dos ingredientes: no se realzaba un ingrediente con los otros, sino que se creaba algo completamente nuevo, una combinación, para usar la jerga del mundo de las bebidas espirituosas.
UN MONTÓN DE LEYENDAS QUE GIRAN EN TORNO AL ORIGEN DEL MANHATTAN ¿CUÁL ES SU HISTORIA?
Igual que sucede con los grandes misterios de la vida, la verdadera historia del Manhattan, ese cóctel clásico que nos hace sentir como si fuéramos protagonistas de una película antigua, se ha perdido en un mar de leyendas y rumores.
Las teorías sobre su creador, el rincón exacto donde se gestó y la fecha en la que tomó su primera forma son tantas como las estrellas en el cielo nocturno. Sin embargo, todos coinciden en una cosa: el lugar de su nacimiento. Y no hace falta ser Sherlock Holmes para descifrarlo, su nombre ya lo dice todo, es un cóctel que nació Nueva York.
EL MISTERIO DE JENNY JEROME
Cuenta la historia que allá por 1874, mientras Jenny Jerome, la madre de Winston Churchill, organizaba un gran banquete en el Manhattan Club de Nueva York para apoyar a Samuel Jones Tilden en su carrera hacia la presidencia, algo mágico estaba a punto de ocurrir. Se dice que un barman de habilidades mágicas ideó este cóctel celestial para la ocasión. Sin embargo, algunos expertos aguafiestas aseguran que en ese mismo momento, Jenny estaba en Inglaterra, ocupada en dar a luz al mismísimo Winston Churchill.
EL TESTIMONIO DEL BARMAN INTRÉPIDO
Avanzando en el tiempo hasta finales del siglo XIX, nos topamos con William F. Mulhal, el barman del Hoffman House de Nueva York. Este valiente servidor de copas asegura que un cliente con el apellido Black le susurró la receta en el oído. Una historia más modesta, pero sin duda igual de sabrosa.
EL TOQUE MÁGICO DEL CORONEL WALKER
Ya bien entrados en el siglo XX, nos encontramos con el coronel Joe Walker, dueño de Crescent Hall Saloon en Nueva Orleans. Este intrépido aventurero decidió embarcarse en un viaje con solo vermú y whisky en su alforja. Y como a veces las mejores creaciones surgen de la necesidad, Walker mezcló ambos licores y el Manhattan vio la luz del día. Al llegar a tierra firme, le dio el último retoque a su invención y la bautizó en honor a sus amigos de la Isla de Manhattan.
UN BRINDIS POR LA ETERNIDAD EN LA GRAN PANTALLA
Existen cócteles que han trascendido la pantalla grande y se han convertido en leyendas eternas. Mientras el Martini de James Bond y el Ruso Blanco de “El Gran Lebowsky” tienen su sitial en la historia, el Manhattan también ostenta su momento estelar. Pero aquí hay un giro interesante: no es un agente secreto ni un solitario bebedor de White Russians quien le da su toque de fama, sino la icónica Marilyn Monroe en “Con Faldas y a lo Loco”. En esta película, su personaje tiene una ocurrencia brillante al mezclar un Manhattan en una inesperada bolsa de agua caliente.
El cóctel Manhattan no es meramente una bebida; es un tesoro de recuerdos en un vaso, una travesía por el tiempo y las historias que han tejido su existencia y consumo. Con cada sorbo, no solo despiertan sus sabores profundos, sino también las narrativas que han forjado su legado en el universo de la mixología y más allá. Así que, cuando sostienes un Manhattan entre tus dedos, también sostienes un fragmento de historia, listo para despertar tus sentidos y llevarte en un viaje que trasciende el tiempo y el espacio.
CÓMO PREPARAR UN CLÁSICO MANHATTAN
Aquí tienes la receta para preparar un delicioso Manhattan, en su versión clásica y dulce, sin necesidad de una coctelera. Todo lo que necesitas es un vaso y una varilla para mezclar.
INGREDIENTES:
- 80 ml de Whisky de centeno.
- 80 ml de Martini rojo (puedes ajustar la cantidad de Martini según tus preferencias).
- Unas gotitas de angostura (opcional).
- Hielo grueso para evitar que se diluya.
- Cereza confitada o tira de piel de limón para decorar.
INSTRUCCIONES:
- En un vaso, agrega el whisky de centeno y el Martini rojo en partes iguales. Puedes ajustar las proporciones según tu preferencia de sabor.
- Si lo deseas, añade unas gotas de angostura para dar un toque adicional de sabor. Esto es opcional y depende de tu gusto personal.
- Agrega hielo grueso al vaso para mantener el cóctel fresco sin diluirlo demasiado.
- Con una varilla, mezcla suavemente los ingredientes en el vaso para combinar los sabores.
- Para finalizar, si prefieres, puedes añadir unas gotas más de angostura para realzar el aroma del cóctel.
- Decora tu Manhattan con una cereza confitada o una tira de piel de limón. Esto le dará un toque visual y aromático.
- ¡Listo para disfrutar!
Fuente: Animal Gourmet